¡Las mejores joyas de la realeza!
¡Joyas tan increíbles que parecen irreales!
Desde siempre en películas o programas de televisión vemos que se habla de la realeza y su vida, pero aceptemos que a todos nos interesa hablar de sus joyas.
Esas enormes tiaras, gargantillas, aretes, anillos, llenos de diamantes y demás piedras preciosas que nos hipnotizan al instante. Al punto que es inevitable soñar despierta y pensar que una tiene una corona o tiara impresionantemente brillante y grande.
Por ejemplo, una joya icónica de la películas fue el famoso Corazón del Océano que aparece en Titanic. Todas enloquecimos con ese hermoso diamante azul en forma de corazón; muchos creyeron que era de utilería, sin embargo, el collar pertenece a la realeza francesa.
Otra pieza es la tiara de esmeraldas que diseñó el Príncipe Alberto de Sajonia para su esposa, la Reina Victoria de Reino Unido, en 1845. Esta hermosa tiara también incluía aretes y una gargantilla.
Las esmeraldas eran en corte pera y la más grande de ellas pesaba 15 quilates.
Otra tiara que impone por su belleza es la Tiata Fifé, que poseía un diseño poco común pero tremendamente hermoso. Con piedras cuyo peso eran desde un quilate hasta diez.
La Tiara de Zafiros Belgas es otra representante de la belleza de las joyas de la realeza. Esta es parte de la colección de la Reina Isabel II de Inglaterra que fue dada a ella como un regalo por su padre el Rey Jorge VI.
La Tiara Mellerio de Zafiros en Holanda, creada a pedido por el Rey Willem III para su esposa la Reina Máxima. Hecha de 31 zafiros y 655 diamantes sudafricanos, es una pieza invaluable e imponente. Cuenta también con brazaletes, un collar, aretes y un broche.
Y así hay un sin número de piezas de joyería que han hecho historia a través del tiempo, y se han convertido en clásicos tal como los huevos Fabergé creados para los zares de Rusia.